Observación y anillamiento de aves en Nerpio (Albacete)

Gracias a la invitación de un amigo ornitólogo (Sergio Ovidio) nos enteramos de que la SAO (Sociedad Albacetense de Ornitología) y Alas para Nerpio organizaban para el 26 y 27 de Noviembre un anillamiento científico en Nerpio (Albacete), así es que sin pensárnoslo dos veces cogimos los bártulos, nos pusimos ropa de abrigo y...allá que nos fuimos!.

Panorámica del pueblo de Nerpio.
No creíamos que a estas alturas de siglo existieran pueblos tan mal comunicados por carretera, pero damos fe, Nerpio es uno de ellos. Enclavado en la sierra del Segura y situado a 1000m de altitud está aislado de cualquier sitio....claro que visto desde nuestra perspectiva, gracias a su aislamiento continúa siendo un paraíso natural con una rica y variada flora y fauna.
Esperamos que continúe manteniendo ese sabor rural durante muchos años más.

Las nueces de sus nogales son la base de su riquísima repostería.
El sábado a primera hora de la mañana, con -2ºC y el suelo congelado subimos al observatorio de aves de Mingarnao, donde el personal de la SAO ya tenía preparado todo lo necesario para el anillamiento, ya habían dispuesto las redes y las herramientas para el estudio.


El observatorio fue el campamento base de las operaciones, y nosotros nos dedicamos únicamente a observar y aprender, ya que es necesario tener cierta experiencia para manejar las aves con cuidado y no hacerles daño.

Observatorio de Mingarnao
Cerca del observatorio se desplegaron varias redes situadas en puntos estratégicos entre los pinos, y una vez ancladas se abandonó la zona para dar tiempo hasta que algún incauto pajarillo cayera en el engaño.

Red de aves
Mientras tanto, nosotros desde el observatorio, pudimos disfrutar con el vuelo de varios buitres leonados con unas vistas preciosas de Jaén, Murcia y Granada con Sierra Nevada al fondo.

Buitre leonado desde observatorio de Mingarnao.
Pasado un tiempo prudencial bajamos hacia las redes en busca de presas que anillar y....¡sorpresa! un pajarito en la red, concretamente un Carbonero garrapinos. Nuestro amigo Ángel lo deslió, no sin antes llevarse algún picotazo en los dedos, y lo metió en una bolsa de tela para llevarlo al campamento base a anillarlo.

Liberando a un Carbonero garrapinos de la red.
Un Carbonero común muy mosqueado picoteando el dedo.
Allí lo sacaron de la bolsa y comenzaron a estudiarlo tomando datos de especie, lugar, fecha y hora de captura, edad, sexo, peso, tamaño de alas, de patas, reservas de grasa acumuladas en el pecho, código de nidada, etc...finalmente le pusieron una anilla identificativa y.....¡¡de nuevo a volar libre!!.

Se pesa al pájaro en una mini-báscula....6.3gramos!!!
Proceso de anillamiento de un Carbonero común.
Todos los datos recogidos en la hoja se mandan posteriormente a centrales de anillamiento, y de este modo se pueden realizar seguimientos y estudios de aves (movimientos, migraciones, tasas de mortalidad, de renovación, supervivencias, dispersiones de población,...).

Carbonero garrapinos.
Esta información es muy valiosa a la hora de identificar zonas de caza, realizar estudios de impacto ambiental, incluir zonas ZEPA (Zona de especial protección para las aves), etc...

Carbonero común.
A lo largo de la mañana hicimos varias expediciones más a la zona de redes para capturar más ejemplares, y en total, se anillaron 6 pájaros: un pinzón vulgar, dos carboneros comunes y tres carboneros garrapinos. No fue un gran día de anillamiento pero nos sirvió para conocer en qué consiste el anillamiento científico, entenderlo y valorar su gran utilidad como método para la conservación de las aves.

Pinzón vulgar.
Seguramente desde el punto de vista de la SAO no fue un gran día de censo, pero a nosotros nos entusiasmó poder ver a estas pequeñas aves tan cerca y aprender algo nuevo.

Las primeras heladas del año se hacen notar.
El domingo Sergio nos llevó a la sierra de las Yeguas, no muy lejos de Nerpio, en busca de uno de los habitantes menos frecuente de la zona: el quebrantahuesos, pero no quiso salir a saludarnos. En su lugar nos conformamos con buitres leonados y con una bandada de escribanos cerillos y unas vistas espectaculares del pico La Sagra y Sierra Nevada al fondo.

Parada poco antes de alcanzar el pico de las Yeguas para echar un vistazo.
El día no pudo ser más favorable.
Cada uno mira donde quiere. Pico de las Yeguas.
Pareja de Buitres leonados.
Este post está dedicado a todos los miembros de la SAO y a Sergio (Alas para Nerpio). Gracias a todos por las explicaciones que nos disteis.



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